Víctor Porcar 46 años
Mi nombre es Víctor Porcar, tengo 46 años.
En Julio de 2018, en una temporada de mucho estrés, un día me levanté con unas extrañas vibraciones en el oído, acompañadas de una horrible sensación de presión en el tímpano y fuertes pitidos (acúfenos). Mi otorrino me dijo que no veía nada extraño, que lo asociaba al estrés. Como los síntomas no mejoraban, y vi visto el malestar causado (ansiedad, insomnio, sensibilidad al ruido), lógicamente busque otras opiniones y visite otros Otorrinos con el mismo resultado, mis oídos estaban «bien» y no podían hacer «nada», mas allá de recetar ansiolíticos. Sin embargo, el último que me visitó me comentó que todas esas molestias en el oído podrían estar originadas, por extraño que pudiera parecer, en la boca, en particular en la articulación témporo-mandibular. Me recomendó visitar el doctor Javier Plaza.
En efecto, cuando Javier me visitó confirmó que mi mordida estaba desequilibrada y podría ser la causa de los problemas en el oído. En épocas de estrés se pueden potenciar los efectos adversos de una mordida inadecuada.
Siguiendo las indicaciones de Javier, comenzamos un tratamiento consistente en llevar un aparato estabilizador personalizado para tratar de alinear la mordida y ver si con ello se solucionaba el problema.
Aunque el proceso fue largo y tardé en ver mejoría, al cabo de unos meses los síntomas no eran tan severos. Cuando acabamos el tratamiento, la mejoría era palpable y como es imaginable, esto supuso un cambio importante en mi vida. Muy satisfecho con los resultados.
Ciertamente, para problemas en los oídos que no tienen respuesta médica aparente, vale la pena comprobar si estos son causados por un desajuste en la articulación témporo-mandibular. Recomiendo sin duda en estos casos visitar la clinica Plaza & Tena. Es increíble cómo una mordida inadecuada puede generar tantos problemas en otras partes del cuerpo a priori sin conexión con la boca.