Celia Cortés 21 años
Mi nombre es Celia Cortés Solsona, tengo veintiuno años, soy estudiante y resido en Vila-real. Desde los tres años, padezco migrañas, vértigos, cansancio general, dolores musculares y articulares, insomnio….. Siempre me ha costado seguir las actividades cotidianas diarias , empeorando con la aparición de crisis continuas que resultan totalmente invalidantes.
Al principio el pediatra me recetaba ibuprofeno y más o menos funcionaba, aunque los síntomas, con los años, iban instaurándose progresivamente teniendo problemas tanto locales ( cadera, rodillas, lumbares, cefaleas, parálisis facial), como generales, llegando a tener problemas de concentración, sueño irregular, malestar post-esfuerzo, etc. Los tratamientos fueron subiendo de intensidad conforme se resistían los síntomas. Así comencé tempranamente con Nolotil, después combinaciones con codeína, y llegué a opiáceos y triptanes sin conseguir el alivio totalmente.
El peregrinar entre médicos, pruebas diagnósticas a veces insoportables, analíticas, desprecios a mi “ debilidad, vagancia e inactividad” se convirtió en algo asiduamente molesto y frustrante. Desde los 7 años me sometí a TAC, Resonancias, Endoscopia y un sinfín de inútiles pruebas y diagnósticos erróneos que con sus pertinentes tratamientos igualmente erróneos ( incluso de depresión ) derivaron a un decaimiento y empeoramiento general, apareciendo además problemas graves con mi estómago duramente castigado por todos los medicamentos.
Una amiga, que sufría migrañas como yo, me recomendó la consulta del Doctor Javier Plaza. Al igual que a otras consultas, acudí por ver qué tal. Desde la primera visita, me inspiró confianza en mi curación además de ofrecer un trato amable de comprensión y apoyo . Este hecho también me ayudó notablemente, y agradezco en gran medida, puesto que venía sufriendo los desdenes de un colectivo médico que no entiende a un paciente que no mejora con sus insuficientes protoclos habituales.
El diagnosticó fué un claro CAT bilateral y una mala oclusión que según él, podía solucionar. El tratamiento consistía en cambiar algunos hábitos posturales, extracción de las dos muelas del juicio superiores con rascado de tuberosidades y utilizar un aparato equiplano invertido que debía llevar siempre, excepto para comer.
Tal como predijo, inmediatamente después de la extracción, noté una gran mejoría, y con el uso del aparato seguí mejorando. Desaparecieron gran parte de mis síntomas como vértigos, contracturas musculares,secuelas de la parálisis facial, problemas de oídos, etc pudiendo llegar a dormir noches enteras sin despertarme ( La Gloria). Mi estado general y de ánimo ha mejorado notablemente. Tan sólo sufro alguna migraña, aunque más suave y menos frecuente. Actualmente he retomado mis estudios y sigo mejorando. No hay palabras para agradecer tal hazaña. Desahuciada por todos los especialistas visitados y con un estúpido diagnóstico de fibromialgia, encontrar al Dr. Plaza y seguir su tratamiento, ha sido lo único verdaderamente efectivo.